HISTORIA

El Subercaseaux College se inició el 2 de marzo de 1961, concretando el sueño de su fundadora, la señora Inés Mantilaro Urbistondo, quien anhelaban impartir sus conocimientos, dando especial énfasis a la disciplina y a los alcances académicos. En sus inicios, la Institución otorgaba servicio educativo en los niveles de la Educación Básica y Kinder, transcurridos los años y con el fin de dar continuidad de educación, se crea el ciclo de Educación Media.

Enclavado en la comuna de San Miguel, en el sector de El Llano, pasó a ser parte integral de este barrio de Santiago. Por muchos años el colegio se distinguió por su calidad y carácter tradicional. No fue sino hasta entrada la primera década del siglo XXI, cuando el colegio vivió una crisis de carácter tanto financiero como académico, la cual por poco lo hace desaparecer. Esto, debido al bajo número de alumnos que optaban por estar en él.

Los tiempos cambiaban súbitamente y el colegio necesitaba una renovación de fondo y forma de manera urgente. Es así, como en el año 2008, la administración académica del colegio pasa a manos de la profesora y periodista Inés Rivera Domínguez. De acá en más, el colegio vivirá una transformación a todo nivel, no por ello, menos compleja y carente de dificultades.

Así han pasado los años, hasta la fecha actual, desde que la nueva administración se hizo cargo de los nuevos lineamientos del colegio, dejando atrás la crisis vivida para dar paso a un nuevo concepto de imagen, formas de enseñar, políticas administrativas, cuerpo doscente, etc. Hoy por hoy, el Subercaseaux College se perfila como uno de los colegios pioneros en materia de técnicas y políticas académicas en el país, debido a su constante interés y búsqueda por entregar una formación integral a sus estudiantes y en la constante búsqueda y estudio de nuevas formas de enseñar en dónde destacan los dos pilares fundamentales de nuestro sistema educativo; el APB (Aprendizaje Basado en Proyectos) y el DUA (Diseño Universal de Aprendizaje). Privilegiando siempre los Procesos por sobre el resultado, o ‘’la nota’’. Esto, debido a que tenemos la convicción de que las evaluaciones tradicionales no son reflejo de un conocimiento sustancial, verdadero, profundo y perdurable en el tiempo, y las mismas, apuntan a crear un conocimiento desechable alejado de la realidad, los intereses y habilidades propias de cada uno de los niños y jóvenes que forman parte de nuestra comunidad.

Queremos que la sala de clases y la experiencia educativa de nuestros estudiantes, no sea una "preparación" para la vida, sino que la vida misma.

El desafío sigue en pie, y nosotros, continuamos escribiendo nuestra historia y trazando nuevos caminos en el difícil y apasionante intento de redescubrir la forma de enseñar y aprender.